En nuestros artículos anteriores, analizamos por qué las vinotecas son fundamentales para el enoturismo urbano, cómo las experiencias aumentan los ingresos y cómo otros ya están teniendo éxito con el «winedering».
Pero, ¿cómo empezar si nunca antes has ofrecido una experiencia enológica? La verdad es que es más fácil de lo que cree. No necesitas un nuevo espacio, una gran inversión ni reinventar su negocio.
Con solo unos sencillos pasos, puedes diseñar tu primera experiencia de cata y hacerla reservable tanto para viajeros como para locales.
Paso 1: elige tres (o más) vinos con una historia
Empieza poco a poco. Selecciona tres o más vinos que te enorgullezca servir. Pueden ser clásicos locales, favoritos regionales o incluso una mezcla que represente diferentes tradiciones nacionales o internacionales.
La clave es que cada vino tenga algo que decir: una variedad de uva, una región o un productor que merezca la pena mencionar.
Paso 2: Añade un pequeño maridaje
Mejora la experiencia con maridajes sencillos. No hace falta que sean complicados: un trozo de queso, una loncha de embutido o incluso un bocado de pan local. El maridaje hace que la cata sea más memorable y da estructura a la experiencia.
Paso 3: Prepara una breve descripción narrativa.
Los invitados no necesitan largas charlas técnicas. Lo que les gusta es una historia clara y auténtica y, lo más importante, el anfitrión (sí, tú). Dedica un minuto o dos a presentar cada vino: de dónde viene, por qué lo has elegido y alguna curiosidad o anécdota. Piensa en ello como si estuvieras compartiendo algo personal en lugar de dando una clase.
Paso 4: Decide la duración y el precio
Una buena primera cata dura entre 45 y 90 minutos. Esto hace que sea fácil de encajar en la agenda de un viajero y sencillo de organizar. En cuanto al precio, las experiencias suelen oscilar entre 20 y 30 € por persona, dependiendo de los vinos y maridajes incluidos.
Paso 5: Elige los horarios adecuados
No compitas con las horas punta. En su lugar, programa tus experiencias en momentos más tranquilos: a última hora de la tarde, a primera hora de la noche o entre semana. De esta forma, llenarás las mesas vacías con clientes que pagan, al tiempo que mantienes intacta tu actividad principal.
Paso 6: Publicar y promocionar
Una vez definida la estructura, haz que tu experiencia sea visible. Publícala en Winedering para llegar a miles de viajeros que buscan activamente experiencias enológicas en tu ciudad. Tú controlas la disponibilidad, la capacidad y el precio, y las reservas se pagan por adelantado.
El papel de Winedering
Winedering simplifica el proceso de convertir tu idea en un producto real y reservable. En lugar de preguntarte cómo atraer turistas o crear campañas de marketing, puedes centrarte en la hospitalidad. La plataforma te ofrece visibilidad internacional, reservas prepagadas seguras y total flexibilidad para editar o mejorar tu experiencia con el tiempo.
Conclusión
Crear una experiencia enológica no significa reinventar tu bar. Significa presentar lo que ya haces mejor —servir vino, compartir historias, ofrecer hospitalidad— de una manera que los viajeros puedan encontrar, reservar y recordar fácilmente.
Empieza hoy mismo. Regístrate gratis en Winedering, publica tu primera cata en cuestión de minutos y descubre lo fácil que es convertir tu bar en un destino para el enoturismo.
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